CRUROPLASTIA
CRUROPLASTIA
Frecuentemente el exceso de grasa y piel del nivel superior e interno de los muslos provoca molestias funcionales como irritaciones de la piel, excesiva sudoración, dificultad para llevar a cabo una adecuada higiene y las consecuentes repercusiones estéticas.
Por medio de una liposucción y aplicando tracción a la piel en sentido superior y medial devolveremos a los muslos un contorno adecuado y atractivo.
En una cruroplastía vertical se realiza una incisión en la parte interior del muslo, iniciando al nivel de la ingle y bajando hasta el interior de la rodilla, el procedimiento se realiza principalmente en personas con una cantidad moderada de piel y grasa en esta área, se levanta la piel y el tejido para apretarlos.
La cicatriz solo será visible cuando el interior de los muslos esté expuesto.
La elevación del muslo requiere una incisión que se extiende desde la ingle alrededor de la cadera.
En la cruroplastía horizontal o espiral la incisión se hará debajo de la región glútea continuando hasta el pliegue de la ingle, la unión del muslo y la zona púbica. Este tipo de procedimiento es ideal para personas que han perdido peso ya que los objetivos son la parte baja de la espalda, la cadera y las partes interna y externa de los muslos.
En algunas ocasiones se combinan las técnicas de cruroplastía, dependerá de factores tales como la cantidad de grasa y piel a eliminar, la calidad de la piel, las áreas a tratar y sus preferencias.
Como se mencionó anteriormente, se puede realizar en combinación con una liposucción así como una reestructura de la parte inferior del torso. Se aplicarán prendas de compresión después del procedimiento para proteger las incisiones y promover la reducción y firmeza de la piel. Asimismo se colocarán tubos de drenaje que serán retirados cuando la salida de líquido disminuya.
Se le recomendará mantener las piernas ligeramente flexionadas durante la primera semana para reducir cualquier tensión en las líneas de incisión y lograr una mejor cicatrización.